Hola queridos lectores. Hoy quiero
hablarles sobre un tema que se está visualizando en nuestras sociedades, la discriminación
homosexual. Se que no es un asunto de materia legal, pero como leí en un libro
llamado “El alma de la toga” de Angel Ossorio y lo cito – (…) el abogado no
puede ser esclavo de la ley”, es decir que un buen abogado no solo debe saber
de leyes o decretos, sino de la realidad social, los problemas que aquejan a la
sociedad.
La homosexualidad ha estado presente
en la sociedad desde tiempos antiguos. Es definida como una orientación sexual,
pero es más que eso, dentro de este concepto se debe incluir emociones y
sentimientos. Porque simplemente son personas que aman y sienten una atracción por
una persona de su mismo sexo.
Cuando se habla de Homosexualidad,
caemos en el error de relacionarlo con los gay nada más, pero abarca a otro
grupo como son, las lesbianas (mujer que le atrae otra chica), transexuales
(hombres o mujeres que se visten como su sexo opuesto pueden o no atraerles
personas de su mismo sexo), Bisexuales (son hombres y mujeres que sienten una atracción
por ambos sexos).
Es considerada la homosexualidad por
la mayoría de las personas como una desviación social y un pecado en el ámbito
religioso. Colombia tiene una legislación contra la discriminación homosexual,
pues se está evidenciando unos altos grados de intolerancia, los cuales se
manifiestan por medio de rechazo, aislamiento, violencia, insultos y
humillaciones.
Lo anterior es una muestra del odio
hacia estas personas y la falta de tolerancia, comprensión, aceptación y
respeto. No hay razones suficientes para tratar a estas personas como algo raro
o anormal, llegando hasta el punto de excluirlos de una manera total o parcial
de la sociedad.
Debemos aclarar que la homosexualidad
no es producto de una mala educación, ni mucho menos de una enfermedad. No
podemos considerar a estas personas como algo inaudito; ni merecen ser
despreciadas, ya que primero debemos darnos la oportunidad de ver más allá de
la apariencia y de su estilo de vida, y nos daremos cuenta que son personas
comunes y corrientes.
Pero desafortunadamente muchas son las
personas que han hecho que estos seres se aíslen, vulnerándoles el derecho a la
igualdad, y derechos que son propios de un ser humano.
A veces las familias no sufren por la
condición de homosexual en que se encuentra un familiar, sino que sufren por el
rechazo que se imparte hacia estas personas y además por la privación de los
derechos de que ellos son merecedores y el cual, el estado está obligado a
garantizar y proteger. Debemos aclarar que ninguna de las personas que hacemos
parte de este país tenemos la autoridad, ni el derecho a juzgar a nadie, ni
tampoco se debe utilizar la biblia como fundamento o como respaldo para
discriminar a estos seres humanos.
La organización Colombia Diversa ha
establecido que Colombia es uno de los países latinoamericanos que ha avanzado
en la protección y reconocimiento de los derechos de los homosexuales através
de decisiones de la Corte Constitucional. Pero lo anterior no quiere decir que
estas personas no sean víctimas del rechazo y de la violencia; una clara
situación se dio durante los años 2006 y 2007 cuando se dio a conocer que 67 de
los 100 casos de muertes violentas en todo el país tenían vinculaciones con homosexuales,
que fueron asesinados por su condición, es decir, que Colombia vive en una
situación muy contradictoria. El informe textualmente establece “…en nuestro país en vez de disminuir se incrementaron
homicidios y discriminación hacia la comunidad LGBT…”. El informe revela
que entre los años 2008 y 2009 han sido documentados al menos: 127 asesinatos
por causa de orientación sexual 57 fueron hombres, 31 de la categoría
‘homosexual’, cuatro lesbianas y 35 transexuales. Se conocieron 74 muertes
violentas, 46 crímenes por prejuicio (originados por la identidad sexual de la
víctima) y siete homicidios no motivados por el prejuicio. Entre el 2006 y el
2007 se registraron 99 homicidios. Antioquia registró el más alto rango de
homicidios (51), seguida por el Valle del Cauca (19), Bogotá (14) y Risaralda
(13). Llama la atención el caso de Risaralda, que de reportar cero homicidios
en el período 2006-2007 pasó a registrar trece casos entre el 2008 y el 2009.
Estas cifras son extraoficiales ya que el
gobierno colombiano no cuenta con una herramienta que brinde información real,
veraz y cierta sobre crímenes, agresiones policiales y atentados contra
personas homosexuales.
Hay
muchos homosexuales que se abstienen y se les dificulta ser lo que son ante la sociedad
y esto por consecuencia de ser discriminados. Como lo afirma el sociólogo
asilado Manuel Velandia: en
Colombia “la homofobia no sólo es
cultural sino que además es interiorizada y reforzada en la escuela, la familia
y la sociedad en general, en Colombia la iglesia católica, los partidos de la
derecha y los grupos paramilitares han hecho de la homofobia su bandera y una
razón para estigmatizar, excluir, separar socialmente, obligar al
desplazamiento forzado, amenazar de muerte, asesinar y cometer otros crímenes
de odio contra la población LGBT”
En Colombia hay unas luchas constantes
contra esta clase de personas, la iglesia tiene mucha influencia dentro del
poder y ha tratado por muchos siglos en ir acabando con este tipo de personas, porque
considera que son cosas en don existe la influencia del “diablo”, antes, los
homosexuales debían de actuar como personas normales y formar familias, y
aquellas que revelaran su condición homosexual la iglesia los condenaban a la pena de muerte, hoy en día esta situación no ha
cambiado mucho ya que se sigue influenciando y colocando barreras para que
estas personas no se les acepten sus derechos como son: el derecho a una
pensión digna, ya que no pueden dejar su pensión a su pareja y lamentablemente
les toca perder esa pensión, otro, es el poder de adoptar hijos y por último la
iglesia se opone al derecho de contraer una relación marital entre personas del
mismo sexo. (en una próxima anotación, les daré un precedentes judiciales en
unas sentencias donde visualizaremos las condiciones de los homosexuales en
Colombia, solo quiero decir que las cosas están cambiando).
Desde el punto de vista legal -dice
Rincón Perfetti (un jurista colombiano)- el país ha avanzado, pero falta
evolucionar en lo social y en lo educativo, porque, según él, los funcionarios
se niegan a cumplir las decisiones judiciales y las sentencias de la Corte que
favorecen a la comunidad LGBT.
Muchos homosexuales, organismo LGTB
han tenido que luchar con la Superintendencia de Notariado y Registro, para que
hagan estos trámites y su especifica descripción del cómo hacerlo.
“Cuando un funcionario con prejuicios
se niega a cumplir la ley –dice Rincón–, gana la homofobia. Así será muy
difícil que una persona salga del clóset en este país, porque sabe de antemano
que será mal atendida, aunque tenga todo el derecho para reclamar ante las
autoridades”, dice el jurista, quien cita ejemplos de parejas que no han podido
legalizar su unión, pues, según los funcionarios encargados, “eso no se puede
hacer” o “es ilegal”.
Entonces
planteamos dos preguntas sencillas:
¿Se podrá decir que la discriminación
homosexual es un mito social o que verdaderamente existe?
Obvio que la respuesta es razonable,
si existe la discriminación en Colombia. La vemos a diaria y la sentimos en
nuestro ser. Pero, por qué el sentir y actuar de los discriminadores; pues se
encierran en un mundo común, donde todo es perfecto y no existe “el error”.
Donde solo existe una forma de hacer las cosas y nada más, lo cual produce una
limitación de pensamientos y de visión.
Para reforzar nuestra tesis de que la
discriminación existe y que no es un mito, como muchas personas piensas, se
toman varias encuestas y estudios que establecen ciertos actos
discriminatorios, que se pueden visualizar en nuestro entorno.
La encuesta 'LGBT:
sexualidad y derechos', realizada en el año 2007, revela que de cada 10
personas que hacen pública su condición sexual, ocho han percibido el rechazo
de su entorno social; además, siete de ellos han llegado a ser agredidos.
La discriminación se presenta con
mayor frecuencia en los colegios, por parte de maestros y compañeros de clase
(50%). "Esto evidencia la urgente necesidad de una educación incluyente y
respetuosa de las diferencias", precisa el informe.
Otras discriminaciones frecuentes son las cometidas por vecinos (45); amigos
(40%) y en el ambiente familiar (34%).
En
nuestro país sólo hasta 1980 la homosexualidad fue despenalizada y sólo hasta
la expedición de la Constitución Política Nacional de 1991 se permitió el derecho al libre desarrollo de la
personalidad (Artículo 16). Eso fue un gran paso para que la discriminación
poco a poco perdiera terreno en nuestro estado social de derecho.
En
Colombia existe índices de homofobia, que cada día crecen, pero a comparación
con otros países, estamos muy bien ubicados, según Wikipedia, “…aún en 76
países se criminalizan los actos
homosexuales, y en siete 7 se prevén la pena de muerte en razón de la
homosexualidad. En mi criterio Latinoamérica y Colombia, a pesar de lo
que está escrito en sus códigos y leyes, siguen siendo un sitio donde los
homosexuales no tienen tranquilidad para vivir, donde cientos de miles han
sido, asesinados, maltratados, humillados y golpeados por las autoridades en su
país de origen, rechazados por sus familias y condenados al alejamiento por la
sociedad debido a su orientación sexual…”
Para
dar educación de tolerancia, respeto y equidad frente a las orientaciones
sexuales, existen grupos, organizaciones no gubernamentales o del gobierno que
tratan de bajar dichos índices, pero más que eso es para desarrollar procesos
de aprendizajes basados en principios legales, sociales y personales. Dar
entender que no podemos ver la vida de manera vacía y cerrada, hay que verla
con ojos bien abierto y con respeto y tolerancia.
Entonces, la discriminación
homosexual, no es solamente para demostrar que se le están vulnerando miles de
derechos, es más que eso es una triste realidad que debemos desechar de nuestra
comunidad y de nuestras vidas. Todavía creen que la perfección existe pues no,
la perfección no es lo que piensas, lo que haces; es lo que vemos a nuestro
alrededor, lo que DIOS nos da acá instante, porque dice en su palabra “…es un
llamado a amar, a no juzgar a nadie por nada, y a convivir en medio de la
diferencia…”
Espero que estas palabras sean de gran
relevancia para sus estudios de derecho, porque recuerden que no hay que
saberse la legislación de memoria, sino que hay que saber la realidad de
nuestro Estado. Quiero darles mis pensamientos y sentires frente a las
injusticias que observo a diario, no solo escribo conceptos ni redacciones de
mis anotaciones.